¿Qué es la Leishmaniosis?
La Leishmaniosis es una enfermedad parasitaria grave, causada por un parásito denominado Leishmania, que afecta a los perros y es transmitida por un tipo determinado de mosquito (Phlebotomus), confia en nuestra Clinica Veterinaria en Murcia, para combatirla.
¿Cómo se transmite?
El contagio se produce solo mediante la picadura del mosquito Phlebotomo. Debe quedar muy claro que no hay posibilidad de contagio directo entre animales o entre animales y personas. La temporada de peligro comienza con el calor, normalmente en abril-mayo y finaliza en septiembre-octubre si se prolonga el verano. Durante el invierno los mosquitos permanecen en estado de larvas cuaternarias y son inofensivas. En las zonas más cálidas de España o zonas denominadas endémicas como en el mediterraneo, encontramos mosquitos de enero a diciembre, y como consecuencia el peligro existe todo el año.
¿Cuáles son los síntomas de Leishmaniosis?
Actualmente, los cuadros clínicos de la enfermedad son muy variados. Pueden existir animales asintomáticos y se diagnóstica casualmente en un análisis de sangre rutinario o por otra razón. En ocasiones, el animal está apático, presenta una leve cojera sin causa aparente, o tiene una ligera anemia. El síntoma clínico más habitual es la pérdida de pelo y la presencia de descamación cutánea, sobre todo alrededor de los ojos, orejas y nariz. Según la enfermedad va avanzando, el perro pierde peso. Son frecuentes las heridas y úlceras en la piel, especialmente en la cabeza y en las patas. En otros casos, pueden aparecer hemorragias nasales, fiebre, aumento del tamaño de los ganglios externos, cojeras intermitentes, diarreas crónicas, lesiones oculares, sobrecrecimiento de las uñas… Cuando el cuadro se vuelve crónico, o se ven afectados órganos internos como el riñón puede producirse una insuficiencia renal con graves consecuencias, incluso la muerte del animal.
¿Cómo diagnosticar la enfermedad?
El diagnóstico precoz de esta enfermedad es muy sencillo, ya que se realiza mediante un análisis de sangre, punción en médula ósea o ganglios linfáticos.
Incluso los síntomas clínicos en zonas endémicas son suficientes para la sospecha de enfermedad. Debería realizarse un test diagnóstico a todos los animales de las zonas más expuestas al parásito
¿Cómo tratar esta enfermedad?
El objetivo del tratamiento es que los perros no presenten ningún síntoma y permanezcan clínicamente sanos, dado que estamos ante una enfermedad cónica.
“La leishmaniosis canina se puede tratar, pero no curar”. Por tanto lo más adecuado es la prevención y la detección de la enfermedad lo antes posible
Un tratamiento puede durar varias semanas (28 días), y provocar una mejoría clínica, pero el parásito siempre permanecerá en el animal.
Los perros enfermos deben ser evaluados periódicamente. Es necesario consultar con tu veterinario cuanto antes para que indique el tratamiento más adecuado en cada paciente y como controlar la enfermedad para evitar las recaidas.
¿Podemos hacer algo para prevenir la enfermedad?
La única lucha contra la enfermedad es la prevención. El perro enfermo requiere atención veterinaria el resto de su vida
Para esta lucha recomendamos las siguientes medidas:
- No pasear con los animales por zonas de mosquitos y preferiblemente que no coincida con el anochecer y amanecer.
- Aplicar ectoparásiticidas y repelentes de mosquitos. Existen distintos formatos (collares antiparasitarios, pipetas, spray…)
- Realizar un chequeo sanguíneo semestral, para en caso de contagio, actuar de manera temprana.
- Reforzar el sistema inmunitario del animal mediante vacunas o medicamentos destinados a este fin.