El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha hecho una defensa cerrada de su política económica en la que no ha dejado prácticamente ni un solo resquicio abierto que permita vislumbrar la más mínima variación del rumbo. Pese a un par de frases, al final de su intervención, con las que ha afirmado su disposición al diálogo, nada en su discurso deja terreno para pensar en un gran pacto de todas las fuerzas políticas para cambiar la estrategia como reclaman, cada uno por su lado, las distintas fuerzas de la oposición.
Rajoy, ha recalcado desde el principio: "No me pidan que repita ese disparate", refiriéndose a la política, en su opinión, "errática" que llevó a cabo el Gobierno socialista.
Según el presidente, "esto empieza a funcionar". Y, aunque ha admitido que "aún queda mucha tarea", ha afirmado que "la cosecha llegará". Por ello, se ha mostrado preventivamente inasequible a cambio alguno de dirección. "No retrocederá ni un milímetro. Los gestos para la galería nos salen al final muy caros, de hecho, los seguimos pagando y los parados no merecen políticas erráticas", ha insistido.
"La España de hoy tiene poco que ver con la de hace un año; ya no tenemos las manos vacías; ya no sembramos dudas fuera de nuestras fronteras", ha afirmado Rajoy. "Ha sido muy duro, pero no ha sido en vano", ha sentenciado. "España está en una situación nueva: más sólida y con más futuro", ha apostillado.
Mariano Rajoy ha comparecido ante la Cámara Baja para dar cuenta de las medidas y previsiones incluidas en el Programa Nacional de Reformas y el Programa de Estabilidad enviados por el Gobierno a Bruselas, unas iniciativas que han sido criticadas por la mayoría de la oposición con el PSOE a la cabeza.
El jefe del Ejecutivo ha dicho que "el norte" de su política son los 6,2 millones de parados y al hilo de esta reflexión ha hecho hincapié en que su equipo está "haciendo la mejor política de empleo posible", que en su opinión es la de "eliminar los escollos" que existían en nuestra economía. "Lo demás", ha dicho, "es una caricatura".
"Seis millones de parados no merecen políticas erráticas, sino esfuerzo, sacrificio y perseverancia", ha asegurado Rajoy ante el Pleno del Congreso, una afirmación que ha sido recibida con aplausos por parte de la bancada del PP. "Estamos aquí para dar una oportunidad los parados y a sus familias", ha añadido.
Según él la clave esencial del plan de reformas y del nuevo cuadro de previsiones aprobado por el Consejo de Ministros el pasado día 26, son los 18.900 millones menos de ajuste que España tendrá que hacer este año en virtud del 1,8 puntos de relajo en el objetivo de déficit que ha concedido Bruselas a España. "El resto", ha afirmado el presidente, "son ajustes menores o reformas".
Apenas ha habido en la intervención del jefe del Ejecutivo referencias a las incesantes subidas de impuestos que ha aprobado desde que llegó a la Moncloa. Ha admitido únicamente que, en efecto, "la subida de impuestos tiene efectos negativos para el crecimiento", pero ha insistido en que ello resultaba imprescindible porque cuando ocupó la Presidencia, y a la vista de la situación que se encontró, "hubo que anteponer la prioridad de reducir el déficit" porque de lo contrario España se habría encaminado "inexorablemente al rescate".
Para finalizar, Rajoy ha vuelto a remachar la idea de que el Gobierno "no tiene intención de variar el rumbo". "Continuaremos con la misma política, que es la que da resultados palpables, la que sanea nuestras cuentas, la que nos ha permitido recuperar la confianza internacional y la que sienta las bases más sólidas para un crecimiento estable", ha sentenciado.
Según ha afirmado Rajoy, ahora desde la UE "se nos exige menos, porque se confía más". El presidente del Gobierno ha reafirmado todas las medidas tomadas desde que él dirige el Gobierno y ha criticado el rumbo que llevaba el país bajo el mando del PSOE. En este punto ha citado la caída de la prima de riesgo y los intereses de la deuda, algo que, según ha dicho, "se han ganado los españoles a pulso" con su "sacrificio, empeño y perseverancia".
Al término de su intervención ha optado por endulzar algo los negros pronósticos económicos que ha hecho el Gobierno y que según él podrán mejorarse: "Hemos salido de lo peor; hemos detenido la caída, vamos a empezar a mejorar y los resultados llegarán".
Fuente: elmundo.es