Chipre pagará un alto precio por la ayuda europea. El documento elaborado por los inspectores de la troika detalla el peaje que Nicosia deberá abonar por el préstamo de 10.000 millones de euros. El texto, al que ha tenido acceso EL PAÍS, enumera decenas y decenas de medidas, entre las que se incluyen algunas tan duras como recortes de gastos en servicios básicos, bajadas de sueldos y pensiones, despidos de funcionarios y subidas de impuestos generalizadas; y otras simbólicas, como la prohibición de que los ministros vuelen en business. Ese privilegio se reservará a partir de ahora al presidente de la República y al del Parlamento.
El memorando de entendimiento (MoU) desgrana en cinco capítulos (reforma financiera, política fiscal, medidas estructurales, mercado laboral y mercados de bienes y servicios) los cambios que deberá acometer el Gobierno de Nikos Anastasiadis para recibir el dinero que le aleje de la bancarrota.
El texto regula con todo detalle las subidas de impuestos y recortes de gastos que debe abordar el Gobierno. Subirá el IVA —que llegará al 19% en 2014, y al 9% el reducido—, las cotizaciones, los impuestos sobre gasolina, tabaco y bebidas alcohólicas y se creará un impuesto sobre las quinielas y las loterías. Nicosia deberá reducir en 4.500 el número de empleados públicos hasta 2016 tras congelar la contratación y reducir el número de plazas. E impondrá la movilidad generalizada entre departamentos y la reducción del número de profesores.
Habrá recortes de sueldos de los funcionarios y pensionistas, así como incrementos de las tasas que se pagan por acceder a servicios públicos como el transporte. Tampoco se salva la sanidad, que sufrirá recortes. Algunos colectivos hasta ahora exentos deberán pagar por sus servicios.
Reforma para el estado de bienestar
Los acreedores europeos exigirán a Chipre que reforme su estado de bienestar este año. El texto también entra en el mercado laboral, y resalta la importancia de reformar el marco negociador de los salarios para que estos evolucionen en función de la productividad. Las autoridades chipriotas, además, deberán consultar con sus socios cualquier modificación en el salario mínimo.
Es en el agujero de su banca —el que ha llevado al país al desastre— en el capítulo en el que los acreedores dan más detalles de los cambios obligatorios. Se imponen hasta 35 condiciones. Algunas referidas al control de capitales necesario para evitar el pánico bancario. En este aspecto, el Banco Central de Chipre desempeñará un papel determinante de supervisión, en contacto con el BCE, para que no se repitan los desmanes del pasado. “Las restricciones [al control de capitales] se revisarán día a día con toda la información necesaria compartida con la Comisión Europea, el BCE y el FMI. Las restricciones se irán relajando gradualmente”, sostiene el memorando.
Otro de los aspectos en los que Europa había insistido es en acabar con el lavado de dinero. El texto reconoce que la entidad Moneyval había dado en 2011 una buena nota a los esfuerzos de las autoridades por acotar estas prácticas, pero la troika fuerza a Chipre a revisar todo su entramado legal.
Luz verde del Eurogrupo
Todas estas exigencias de Bruselas deberían en teoría funcionar para que los ministros de Finanzas del euro, que se reúnen hoy en Dublín, den el visto bueno al plan de rescate. Y, lo realmente importante, que este programa reciba el sí de Parlamentos como el alemán, condición sine qua non para que el dinero llegue a Nicosia.
El portavoz del Gobierno reconoció ayer que su país necesita 23.000 millones, lo que incluye los fondos de 10.000 millones que otorgará la troika, más otros 13.000 millones en medidas de ahorro y subidas impositivas que recaudará el Estado, informa Efe.
Cuando el anterior Gobierno solicitó ayuda el pasado verano, las necesidades de financiación de Chipre estaban en torno a los 17.500 millones (cifra similar a su PIB), pero Anastasiadis achaca a la tardanza del anterior Ejecutivo el aumento de la factura. “Cuando tienes tantas salidas de dinero de los bancos locales, desafortunadamente, se llega a esta cantidad”, dijo el portavoz del presidente.
Fuente: elpais.com