ELMUNDO.es ha tenido acceso a los tres informes del caso Bretón. El primero concluía que eran huesos animales; los otros dos que no. Los últimos textos periciales de los doctores Francisco Etxeberría y José María Bermúdez de Castro sobre los restos óseos hallados en la hoguera de la finca de Las Quemadillas han dejado en entredicho la labor de la Policía Científica en la investigación sobre la desaparición de los pequeños Ruth y José.
Este posible error policial ha retrasado durante ocho meses la labor de los investigadores de Córdoba que determinaron que la finca propiedad de los padres de José Bretón tenía las claves de este caso que acaba de dar un giro de 180 grados.
En el informe emitido por la Comisaría General de la Policía Científica en noviembre, días después de la desaparición de los niños de seis y dos años, la antropóloga sostenía que los restos estudiados "son todos de manera animal; de edad subadulta y de distintos tamaños (roedores, pequeños carnívoros, pequeños herbívoros y omnívoros)". Es más, tras descartar que los huesos estuvieran provistos de tejidos blandos, el perito concluyó que en la hoguera que hizo Bretón "no se ha producido la incineración de ningún cuerpo o resto humano".
Sin embargo, los dos análisis posteriores –uno practicado a instancias de la familia y otro por el juez- han determinado que esos mismos huesos son humanos y este análisis permitirá, previsiblemente, que Bretón sea imputado por un doble asesinato.
Etxeberría da un paso adelante y asegura en su informe que "la muerte fue de tipo violenta homicida". En el documento, al que ha tenido acceso ELMUNDO.es, Etxeberria establece que sobre este fuego, que llegó a alcanzar 800 grados de temperatura, fueron quemados los cadáveres humanos de dos menores de unos seis años, uno, e inferior a esta edad, de unos dos años.
Cuándo se hizo la hoguera
El estudio refleja, por otro lado, que en ningún caso existen restos óseos que permitan orientar su procedencia como de origen no humano y que, por tanto, "es verosímil y razonable considerar que los menores que se buscan tras su desaparición el día 8 de octubre de 2012 fueron quemados en dicha hoguera". También confirma que el fuego se pudo hacer "en una franja temporal de tres horas", el tiempo que estuvo Bretón en la finca con sus hijos, entre las 14 y las 17 horas del 8 de octubre.
En el extenso informe, que consta de más de 100 páginas, Etxeberría muestra incluso la posición aproximada del cadáver de seis años que fue quemado en Las Quemadillas, que aparece boca arriba.
La opinión de este experto coincide con la del Director del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, José María Bermúdez de Castro, que ha ratificado que los restos hallados en la hoguera son "inequívocamente de seres humanos" a raíz del análisis practicado en los dientes hallados en la hoguera.
El doctor también establece que la edad de la muerte de uno de las personas es de seis años y ochenta días (6,22 años), con un error de más o menos 43 días. Los tres análisis coinciden en que la temperatura de la cremación alcanzó los 800 grados.
No obstante, todavía queda pendiente que el Instituto Nacional de Toxicología emita un nuevo estudio que pretende aclarar si los restos pertenecen a animales, como sostiene la policía, o a dos niños menores de edad. De este último informe dependerá que el caso quede parcialmente resuelto.
Pero ni las nuevas pruebas ni siquiera el registro de este martes en la finca Las Quemadillas han provocado que Bretón cambien su versión de los hechos y confiese qué paso la tarde del 8 de octubre cuando llegó a Córdoba, procedente de Huelva, con sus hijos para pasar el fin de semana. Para la familia materna, los peritajes de los huesos no dejan lugar a dudas: Bretón asesinó a sus hijos.
Fuente: elmundo.com